Menu

sábado, 31 de agosto de 2013

;

Desde mi abismo cardíaco, grito tu nombre como un desaforado animal herido y acorralado.

Cambios

Nunca me reconozco en palabras. Quizás por eso dejo de escribir, quizás sea porque mientras no lo hago, las mismas ideas se siguen agolpando en mi cabeza, y mientras no las dejo ir, me persiguen, me acosan, pero al mismo tiempo me dejan ser. Apenas se van, dejo de ser el que era, y empiezo a ser un otro, como sucederá apenas termine este párrafo.

Saludos, un abrazo, de un nuevo desconocido.

Crear

Últimamente no dejo de pensar sobre el acto de crear, o construir o diseñar, algo, especialmente a través de la escritura, pero creo que la única razón por la que lo hago es porque no estoy haciendo nada, porque no logro ponerme a escribir, porque no he querido llevar a cabo las ideas que tengo, les temo, temo ser incapaz de llevarlas a buen puerto, son tantas las cosas inconclusas, que me veo abrumado en todo momento. He dejado demasiadas cosas a medias o incluso antes de comenzar, que se podría pensar que topé fondo, y que inevitablemente tendré que terminar algo, pero simplemente no sucede. Esperar es absolutamente inútil. Lo sé.